Una película, 12 meses y una vaca. Podría ser la segunda parte de aquel “Muchos hijos, un mono y un castillo”, el documental de Gustavo Salmerón en el que cuenta la particular historia de su familia y en concreto de su madre, Julita. En realidad no, pero esto sí tiene que ver con documentales. Y con familias. Y por supuesto, con historias. Esta es una pincelada de la nuestra.
Suele ocurrir que muchos proyectos se gestan alrededor de una mesa. Este tiene su punto de partida en una butaca de cine. La película es lo de menos. O no. Otro documental, por cierto. Ambientado en Belfast, en una escuela primaria. Young Plato. El joven Platón. Filosofía e innovación pedagógica. Búsquenla si ahora les pica la curiosidad.
Pero la película es la excusa porque veníamos a hablar de lo que nos traemos entre manos desde aquel sábado de noviembre de 2022.
La conclusión fue breve. Casi telegráfica. 12 meses. Un año para pensar, desarrollar y sacar a escena (o al aire, mejor dicho) una historia, un proyecto personal, un podcast. Cada uno. Comprobar que había ganas, ideas y los mínimos recursos para defendernos en solitario antes de iniciar un camino compartido.
Compromiso sellado con una cerveza.
Y el tiempo, nuestro tiempo, pasó a ráfagas de distinta velocidad, con ideas que iban y venían. Pero el primer hito que nos marcamos, el de los proyectos individuales, se cumplió antes de lo previsto. Uno hasta se llevó un premio. Ya se sabe que las buenas historias están ahí, esperando que alguien esté dispuesto a contarlas.
La historia de nuestro primer proyecto común también estaba en ese compás de espera. Aunque antes teníamos que ponerle nombre a lo nuestro.
Otonoberu significa, literalmente, (en japonés) sonido y novela. Y sonaba bien. Hasta parece un juego de palabras con guiño mitológico. Se queda.
“Nos vamos a Galicia.
¿Tienes técnico de sonido para grabar? Dime fecha”
Ya había equipo. Material y humano. Sobre todo esto último.
En realidad no es todo tan rápido y sencillo como aquí parece que les estamos contando pero comprenderán que 12 meses resumidos en 5 minutos exigían un importante ejercicio de economía narrativa.
¿Y la vaca? No, no es un animal.
En realidad es un brebaje. Una mezcla de peppermint y leche. Por lo visto…popular en otros tiempos y en otros lares. Eso nos han contado. La vaca verde. Les invitamos a una ronda. A una ronda de historias. De esas que están esperando en un cajón a que alguien les ponga voz. Salud.